La voz de nuestra consciencia
Todos necesitamos alguien que nos anime, que esté con nosotros en las buenas y en las malas, alguien que nos ayude a encontrar la luz al final del túnel. Todos necesitamos un hombro sobre el que llorar.
Todos hemos tenido de esos amigos con los que hacemos grandes planes, viajes por el mundo y pensamos que nunca se separarán de nosotros. Pensamos que "siempre han estado ahí" y que nunca se irán, pase lo que pase. Y de repente, todo son problemas, por alguna razón que no comprendes y esos "amigos para siempre" desaparecen. O lo que es peor, te sustituyen. Y parece que te olvidan, como si sólo fueras un viejo recuerdo, o quizás porque piensan que no eres "lo suficientemente guay" para ellos, o simplemente porque ya no te necesitan. Quizás no lo hayan hecho a posta, quizás si; quién lo sabe? Sólo ellos...
Todos hemos tenido de esos amigos con los que hacemos grandes planes, viajes por el mundo y pensamos que nunca se separarán de nosotros. Pensamos que "siempre han estado ahí" y que nunca se irán, pase lo que pase. Y de repente, todo son problemas, por alguna razón que no comprendes y esos "amigos para siempre" desaparecen. O lo que es peor, te sustituyen. Y parece que te olvidan, como si sólo fueras un viejo recuerdo, o quizás porque piensan que no eres "lo suficientemente guay" para ellos, o simplemente porque ya no te necesitan. Quizás no lo hayan hecho a posta, quizás si; quién lo sabe? Sólo ellos...
El caso es que te han jodido y dejado de lado y hecho una mierda. Ahora estás triste y solo ( o eso piensas) y no sabes con quién hablar ni dónde refugiarte. Pero en realidad no estás tan solo, y entonces llamas a esa persona que pasaba desapercibida, se podría decir que era invisible a tus ojos; esa persona que sin darte cuenta te va a dar la solución a tus problemas, que te va a dar dos ostias y espabilarte y decirte "Ya te lo había dicho".
Ahora es cuando te das cuenta, una vez que te has caído de bruces, de quién está ahí para ayudarte a levantarte.
Por todo esto, por todas las risas, los cines, los cumpleaños, por toda la tristeza, las lágrimas; por haber sido durante tanto tiempo mi Pepito Grillo, la voz de mi consciencia... Te doy las gracias.
Ahora es cuando te das cuenta, una vez que te has caído de bruces, de quién está ahí para ayudarte a levantarte.
Por todo esto, por todas las risas, los cines, los cumpleaños, por toda la tristeza, las lágrimas; por haber sido durante tanto tiempo mi Pepito Grillo, la voz de mi consciencia... Te doy las gracias.

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